Por aquellos años, un señor te cobraba al subir al autobús en un pequeño mostrador junto a la puerta trasera. El ahorro en gastos de plantilla hizo que desapareciera este personaje dejando vacío un asiento bastante preciado por los viajeros mas pequeños y aventureros. Ese asiento fue mi lugar predilecto cuando viajaba en autobús, me divertía ver pasar a la gente que, desde ese momento, comenzó a salir por la puerta de atrás.
PLAZA ESTEVE Y RAMÓN Y CAJAL 2.012.- JEREZ DE LA FRONTERA EDICIONES ARRIBAS - ZARAGOZA |
Aún recuerdo esos autobuses azules y blancos que tras recorrer todos los rincones de Jerez acababan su viaje en la céntrica plaza Esteve.
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